BAUDELAIRE PREDICE EL CASTIGO QUE LE ESPERA A BERGOGLIO
A menudo olvidan los que se dejan engatusar por el Maligno que éste, precisamente por ser quien es, acaba destruyendo y burlándose de sus secuaces. No es buen pagador. Concede –mientras le convenga- un tiempo de aparente triunfo, mas el que es el gran derrotado de la historia no puede sostener a nadie y aquellos que hoy con pompa se alzan como imbatibles, mañana estarán en el cieno lamentando su desgracia . Charles Baudelaire así se lo advierte a su hijo espiritual, Bergoglio, en el poema titulado “Castigo del orgullo” . Por cierto que de orgullo está henchido el inconsciente que ha podido creerse que usurpar el Trono de Pedro era cosa de poder mundano. Idiota. Habla por boca del poeta el desgraciado “teólogo” protagonista, “poseído de un orgullo satánico”: “¡Jesús, pobre Jesús, muy en alto te he puesto! / Pero si combatirte yo me hubiera propuesto, / tu vergüenza sería tanta como tu gloria, / y tú no fueras más que una cosa irrisoria”. Bergoglio, llevado del orgullo satánico , s